La pandemia de COVID-19 producida por SARSCoV-2 anticipa una gran demanda por ventiladores mecánicos (VM), ya que un porcentaje relevante de los contagiados cae rápidamente en insuficiencia respiratoria y requiere de cuidados intensivos.
Anticipándose a ese exceso de demanda y considerando que es muy probable que el número actual de ventiladores mecánicos en las unidades de cuidados intensivos (UCI) sean insuficientes, se ha solicitado a la SACH un informe técnico en relación al uso de las máquinas de anestesia como VM. Chile no es el primer país que se ve enfrentado a esta situación. La FDA ha aprobado temporalmente el uso de máquinas de anestesia como ventiladores y la ASA junto con la APSF han publicado una declaración conjunta donde se reconoce que “las máquinas de anestesia no están diseñadas para entregar apoyo ventilatorio a largo plazo, sin embargo, se transforman en la primera línea natural de apoyo durante la pandemia cuando no hay suficientes ventiladores de cuidados intensivos (VCI) en UCI para el cuidado de los pacientes.
En el contexto de un conflicto ético entre la buena práctica clínica y los recursos disponibles para enfrentar la crisis, la SACH decide redactar estas recomendaciones, en el entendido de que es una situación extraordinaria que empuja a la utilización de un recurso físico, la máquina de anestesia (MA), que no está diseñada para VM de pacientes con SDRA y que no cuenta con las herramientas mecánicas, dispositivos y alarmas necesarias para un correcto manejo. Además, el recurso profesional (especialista) no está familiarizado necesariamente con este tipo de pacientes de acuerdo a su desempeño habitual y puede no contar con las necesarias actualizaciones y experticia que corresponden al ámbito específico de una sub-especialidad como lo es la de medicina intensiva, con las complejidades y consecuencias que esto conlleva.
Así, es necesario estandarizar el manejo de MA a través de una recomendación para que puedan ser utilizadas en la forma más segura y efectiva posible, considerando que el uso de las MA como VM “es una maniobra de salvataje”. Con estas recomendaciones, la SACH pretende entregar orientaciones para enfrentar un paciente que es conectado a VM por un cuadro positivo para COVID-19 utilizando una MA, ante la imposibilidad de disponer de un VCI. Así, la SACH cumple con su propósito, su responsabilidad ética y compromiso con el país en el contexto de esta crisis global.